lunes, 14 de junio de 2010

Algodonales: Visitas 2 Junio

El alumnado de 5º (A y B) del CEIP Miguel de Cervantes de Algodonales visitaron el Bibliobús y, entre todos y todas, crearon un cuento que después escribieron, en equipos de dos, en los ordenadores portátiles, dándole cada pareja su toque personal. Los resultados son:
- 5º A:
Juan y el extraterrestre:

Juan era muy alto moreno con aparto y gafas. Era muy sentimental, y le gustaba mucho el fútbol, pero era muy malo jugando. Un día leyendo un libro de aventuras, salió un extraterrestre del libro. Juan se cayó de la silla y se le cayó el café. El extraterrestre dijo: “me llamo Alberto”, Juan con la boca abierta le respondió: “yo Juan”.
Alberto le dijo que era muy listo y sabía muchos idiomas. Juan se limpió. Continuara.


Juan el aventurero:

Érase una vez un niño que era listo, dulce, tenía pelo corto, le gustaba leer y jugar al fútbol. Un día fue a jugar con sus amigos pero lo echaron de la pandilla, porque no sabía jugar al fútbol. Un día fue a ver un partido de fútbol .Cuando se subió al autobús, vio a Mecí, que le firmó el balón. Lo más impresionante fue que el balón era mágico. Cuando llegó a su casa le dijo su madre que se tenían que irse de viaje, y para entretenerse sacó un libro de extraterrestres que tenía en su mochila, en ese mismo momento salió del libro un extraterrestre, que se puso a hablar con él. Se hicieron amigos para siempre.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.


Juan el fantástico:

Había una vez un niño que se llamaba Juan. Tenía aparatos y gafas. Juan era alto, simpático, cabezota, moreno, sentimental.
A Juan le gustaba el fútbol, siempre jugaba con sus amigos hasta que un día ya no querían jugar con él por que era muy malo. Pero él seguía ilusionado por jugar, así que se apuntó al fútbol que se hacía por la tarde en la escuela hasta los profesores le dijeron que no valía para jugar. Él se sintió muy triste así que decidió comprarse una pelota para aprender el solo, pero era imposible sin ayuda de nadie.
Viajó a Barcelona a ver el partido Barcelona-Madrid. Iban cero a cero, pero fue listo y se llevó un libro de aventuras cuando escuchó a todo el mundo gritar miró ¡HABIAN MARCADO¡ Se puso muy contento, pero ya había terminado el partido. Luego Messi le firmó una pelota, que era mágica y gracias a ella ya jugaba bien.
Sus amigos le dieron una oportunidad para jugar aunque creían que no sabría jugar, cuando vieron que era muy bueno jugando le entraron envidia y ya no querían jugar con el, volvió a casa triste y empezó a leer salió un extraterrestre y se hicieron amigos.


¡Juan se ha encontrado un extraterrestre!

Érase una vez un niño llamado Juan. Era alto, moreno, cabezón, sentimental, amable, inteligente, le gustaba leer y jugar a fútbol. Un día se apunto a fútbol pero le echaron por que era muy malo. Un día fue a Barcelona a ver un partido de fútbol que jugaba el Madrid contra el Barça. ¡Pero como no marcaban! Se puso a leer un libro, cuando lo terminó, marcó el Barça. Cuando se fue iba al autobús se encontró a Mesi y le firmó la pelota.


Juanito el futbolista:

Juan era un niño con gafas, aparatos, era alto, con pelo moreno, inteligente, simpático, agradable, cabezota y le gustaba el fútbol. Un día en el recreo del colegio iba a jugar al rey de pista en fútbol, pero lo echaron del equipo porque era muy malo.
Un día se fue a Barcelona a ver el Barça Madrid, sacó un libro porque iba 0 a 0. En el minuto 90 terminó el partido y se fue acoger el autobús donde se encontró con Mecí, que le regaló una pelota mágica con su firma. Al día siguiente tenía un partido de fútbol y se llevó el balón que Messi le regaló. Ganaron gracias a él, y entonces como era el más bueno le dejaron que se quedara.


Juan y el extraterrestre:

Juan era un chico cabezón con pelo corto tenia gafas y aparato.
Le gustaba el fútbol pero era muy malo, así que entrenaba mucho.
Un día fue a Barcelona a ver el partido de Barcelona y Madrid, y ganó el Barcelona.
Juan se chocó con Mecí, que le firmó el balón y se fue ha su casa al leer un libro de aventuras, donde salió el personaje, un extraterrestre, del que si hizo amigos.


Juan el futbolista:

Juan era un niño con gafas, aparatos, era alto, con pelo moreno, inteligente, simpático, agradable, cabezota y le gustaba el fútbol. Un día en el recreo del colegio iba a jugar al rey de pista en fútbol. Empezó a jugar, lo pusieron de portero, y le marcaron un gol. Los amigos se enfadaron mucho y le echaron del equipo.
Al día siguiente fue a Barcelona a ver Madrid - Barcelona. El partido iba 0 a 0 en los últimos minutos. Juan se puso a leer un libro y cuando lo termino ! GOOOOOOOOOOOL ! El Barça marcó un gol. Juan se puso muy contento y se fue a su casa. Cuando se iba a montar en el autobús y se choco con Mecí, que le regaló una pelota mágica firmada y fue el niño mejor jugando al fútbol.


Juan el fantástico:

Había una vez un niño llamado Juan que vivía en un país muy, muy lejano y su sueño era ser futbolista. Pero era demasiado malo para poder jugar. Así que sus amigos no querían jugar con él porque siempre tenían que perder. Pero él seguía ilusionado con poder jugar. Así que decidió ir a un partido para ver cómo marcaban goles, pero mientras él miraba no marcaban goles. Así que decidió leer un poco el libro y mientras leía marcaron un gol.
Al acabar el partido Juan se chocó con Messi y Messi le regaló una pelota firmada por él. Juan se puso muy contento. La pelota era mágica. Sus amigos vieron como jugaba y lo pusieron en su equipo. Juan estaba muy contento.
Cuando Juan llegó a casa para leer el libro que se estaba terminando apareció, de repente, un extraterrestre y cogió a Juan y se lo llevó al cuento.
Juan descubrió que compartir las culturas de los extraterrestres no era tan malo y se quedó metido en el cuento. Juan y los extraterrestres fueron felices y comieron perdices.


- 5º B:
EL NIÑO PEQUEÑO:

Érase una vez un niño cual rostro era de un señor elegante, que lo discriminaban el en colegio por ser el pequeño y, un día, la policía lo metieron en la cárcel. Por ser tan pequeño, se escapó por las rejas y se escondió en una cueva. Lloraba porque nadie estaba allí y no tenía a nadie. Sus llantos alertaron a un mago, que le concedió un deseo:
- (Mago Eucalipto): Te concederé un deseo a cambio de 10 monedas de oro .
- (Pepinillo): Vale.
Entonces le hizo grande, pero no tenía las monedas. Pepinillo agredió al mago, cogió su varita e hizo a todos los habitantes del pueblo pequeños. La búsqueda se canceló, porque ya eran todos pequeños.

EL MAGO EUCALIPTO Y PEPINILLO:

Érase una vez un niño cual rostro era de un señor elegante y bajito, que en su pueblo discriminaban a los bajitos. Un día, lo metieron en la cárcel por ir por la calle. Vino un mago y lo convirtió en grande si le daban una recompensa de 10 monedas de oro. Lo convirtió en grande pero no le dio la recompensa. Entonces se metió en una cueva, pero como era grande no podía salir. Luego pidió ayuda al mago, y el mago no le ayudó, porque no le dio la recompensa. El niño, que se llamaba Pepinillo, cogió al mago y le quitó la barita mágica. El niño convirtió en pequeño a todo el pueblo. Mientras, en la ciudad, habían contratado los policías a un detective que era muy imaginativo. Investigó y encontró a Pepinillo y se cerró el caso viendo que el niño era de la misma estatura que todos los demás.

Hace mucho tiempo en un pueblo muy lejano vivía un niño con la cara de viejo, y le pegaban por ser chico , estaba desesperado. La policía le quería pegar y arrestar, pero como era chico se escapo por los barrotes. Se fue a una cueva, donde se encontró con un mago, a quien le pidió un deseo y se lo concedió, si le pagaba 10 monedas de oro. El mago se lo concedió pero lo hizo demasiado grande….

PEPINILLO EL NIÑO PEQUEÑO:

Había una vez en un pequeño pueblo un niño llamado Pepinillo que tenia el rostro elegante. Era tan pequeño que lo discriminaban y por eso lo metieron en la cárcel. Como era tan pequeño se escapo de la cárcel por las rejas. Se fue a la montaña se metió en una cueva y estaba muy triste porque no tenía ni ropa ni comida para sobre vivir, se le apareció un mago llamado Eucalipto y le pidió que lo convirtiera en grande a cambio de una recompensa que eran 10 monedas de oro. Pero no podía salir de la cueva porque era demasiado grande, el niño llamó de nuevo al mago Eucalipto para que le convirtiera en un poca mas pequeño pero el se negó porque no le había dado su recompensa. Pepinillo saco la mano y lo cogió le apretó un poco y consiguió la varita mágica e hizo que todos y el fueran más pequeños en el pueblo. Al final contrataron a un detective para coger a Pepinillo, el detective lo encontró pero como el niño era del mismo tamaño le pidieron disculpas y se cerró el caso.

PEPINILLO EL CHIQUITILLO Y EL MAGO:

Era se una vez un niño con cual rostro de un señor elegante, que era tan pequeño que lo discriminaban en el colegio. Un día fue por la calle y lo metieron en la cárcel, pero como era tan pequeñito que se escapó por las rejas de la cárcel y la policía lo persiguió. Pepinillo se escondió en una cueva, donde estaba triste porque no tenía ni ropa ni comida. En la cueva se encontró un mago, que le dijo:
- Te concedo un deseo si me das una recompensa.
- ¿Qué recompensa? -dijo Pepinillo.
- Diez monedas de oro-dijo el mago Eucalipto.
El mago le hizo más grande, tanto, que Pepinillo no podía salir de la cueva. Pero el mago se acordó que Pepinillo le tenía que dar 10 monedas de oro. Pepinillo no se las dio. Pepinillo cogió al mago que se negó a hacerle pequeño, le quitó la barita y con ella hizo a todos más pequeños. La policía había mandado a un detective a buscar a Pepinillo, que encontró a Pepinillo y se hicieron amigos. Comieron perdices y le salieron narices.

EL NIÑO PEQUEÑITO:

Era se un vez un niño con cual rostro de un señor elegante, que era tan pequeño que lo discriminaban en el colegio. Un día fue por la calle y lo metieron en la cárcel, pero como era tan pequeño se escapó por las rejas de la cárcel. La policía lo perseguía y Pepinillo se escondió en una cueva. Pepinillo estaba triste porque no tenía ni comida ni ropa. En la cueva se encontró a un mago y le dijo el mago te concedo un deseo si me das recompensa.
- ¿Qué recompensa?-preguntó Pepinillo.
- Diez monedas de oro -dijo Eucalipto.
Entonces, lo convirtió en grande, pero no cabía en la cueva. Pepinillo llamó a Eucalipto para que lo convirtiera otra vez en pequeño, pero Eucalipto no lo convirtió porque no tenía su recompensa. Entonces, Pepinillo cogió al mago y le quitó su varita, y para que no se rieran del más pequeño como el, convirtió a todos en pequeños.
Luego los policías contrataron un detective que era muy peliculero y el detective se dio cuenta de que era de su mismo tamaño, se hicieron amigos.

EL NIÑO PEPINILLO Y EL MAGO EUCALIPTO:

Había una vez en un pequeño pueblo un niño que se llamaba Pepinillo que tenía el rostro elegante. Era tan pequeño que lo discriminaban y por eso lo metieron en la cárcel. Como era tan pequeño, se escapó de la cárcel por las rejas .Se fue a la montaña, donde se escondió en una cueva, y estaba solo sin ropa y sin comida. Después apareció un mago Eucalipto le pidió que lo convirtiera en grande y ahora como era tan grande no podía salir de la cueva y decidió vengarse de él. Pepinillo sacó la mano para apretar al mago Eucalipto, para que los convirtiera a todos en pequeños como era el antes. Los policías llamaron a un detective para que lo encontrara, como vio que era de igual tamaño que se cerró la búsqueda y le pidieron perdón por todo lo sucedido.

Érase una vez un niño cuyo rostro de un señor elegante llamado Pepinillo, pero era tan pequeño que lo metieron en la cárcel, y tan pequeño que se escapó por las rejas de la cárcel. La policía lo buscaba y llegó a una cueva. Le pidió a un mago llamado Eucalipto que lo hiciera más grande, pero lo hizo demasiado grande. Y el niño se quiso vengar, apretó al mago y le quitó la varita mágica y el mismo se hizo más pequeño y al pueblo también. Ya nadie lo discriminaba. La policía llamó a un detective que era muy peliculero y fantasioso. El detective lo quería arrestar y se dio cuenta de que todo el mundo era también pequeño y no lo arrestó.

Érase una vez un niño que se llamaba Pepinillo, con rostro de señor elegante que se metían con él por ser pequeño. Un día lo metieron en la cárcel, era tan pequeño que se escapó por entre las rejas y se fue al monte. Se escondió en una cueva y se encontró con un mago que se llamaba Eucalipto. El mago le dijo que lo haría más grande si le daba una recompensa. Lo hizo tan grande que no podía salir. Le dijo que le hiciera más pequeño y no quiso, así que le apretó y le quitó la varita …
También visitaron el Bibliobús los niños y niñas de Infantil del Colegio Príncipe de Asturias.

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