Los niños y niñas de 2º, 3º y 4º de Primaria elaboraron entre todos y todas los siguientes cuentos, que esperamos os gusten:
La vaca malvada:
Era se una vez un niño que se llamaba Juan y vivía en San José del Valle. Un día fue en bici al campo y se encontró una vaca negra, gorda, mágica y malvada. La vaca le dijo “voy a por ti, Juan”, y él se fue corriendo mientras la vaca lo perseguía, con tan la mala suerte que y se cayó por una cuesta. La vaca, que iba detrás, también se cayó. En ese momento, apareció por allí el padre de Juan, y mató a la vaca para salvar a su hijo. Al rato vino el marido de la vaca, un toro, que preguntó al padre de Juan por que la había matado. El padre de Juan y le contestó que la mató porque la malvada vaca quería matar a su hijo. Entonces el toro se dio cuenta que su mujer era malísima porque quiso matar al niño y decidió irse. Así que el toro se dio media vuelta y allí dejó a Juan abrazando a su padre.
Los dos traviesos:
Daniel era un niño muy travieso, que le hacia muchas trastadas a su hermana María. Un día, María se hartó y le puso agujas en la cama. Entonces, Daniel se dio cuenta de lo mal que se portaba con su hermana María. Ambos se perdonaron, y desde entonces fueron compañeros inseparables de juegos.
Ricitos de Oro y su vestido:
Era se una vez un niño que se llamaba Juan y vivía en San José del Valle. Un día fue en bici al campo y se encontró una vaca negra, gorda, mágica y malvada. La vaca le dijo “voy a por ti, Juan”, y él se fue corriendo mientras la vaca lo perseguía, con tan la mala suerte que y se cayó por una cuesta. La vaca, que iba detrás, también se cayó. En ese momento, apareció por allí el padre de Juan, y mató a la vaca para salvar a su hijo. Al rato vino el marido de la vaca, un toro, que preguntó al padre de Juan por que la había matado. El padre de Juan y le contestó que la mató porque la malvada vaca quería matar a su hijo. Entonces el toro se dio cuenta que su mujer era malísima porque quiso matar al niño y decidió irse. Así que el toro se dio media vuelta y allí dejó a Juan abrazando a su padre.
Los dos traviesos:
Daniel era un niño muy travieso, que le hacia muchas trastadas a su hermana María. Un día, María se hartó y le puso agujas en la cama. Entonces, Daniel se dio cuenta de lo mal que se portaba con su hermana María. Ambos se perdonaron, y desde entonces fueron compañeros inseparables de juegos.
Ricitos de Oro y su vestido:
Érase una vez una niña que se llamaba Ricitos de Oro. Un día iba a la plaza de su pueblo y se encontró un tarro de purpurina. Cogió el pegamento y la purpurina y se pegó la purpurina con el pegamento en el vestido. Después se le pegó al cuerpo. Su padre, al verla, se enfadó con ella. Ricitos pudo quitarse un poco el vestido, lo suficiente para ponerse otro y después otro. Su padre se enfadó todavía más porque se había gastado más dinero. Su padre la llevó a la casa de su abuela, que gracias a uno de sus maravillosos remedios, pudo quitárselo.
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